El “Ojo de Halcón” es un sistema tecnológico que ha modernizado la competencia del tenis. Su funcionamiento se basa en determinar si una pelota ha caído dentro o fuera de los límites de la cancha. Esto último, ante las grandes disputas que se registraron, durante años, en diversos torneos, no sólo del circuito WTA o ATP, sino que también en aquellos pertenecientes a la Davis Cup y Fed Cup.
El sistema no funciona en directo, pero tiene una gran velocidad, lo cual le permite procesar la información en apenas unos segundos. En base las cámaras de video, el “Ojo de Halcón” permite establecer si una bola dudosa fue, finalmente, “buena” o “mala”.
Antes de la existencia del “Ojo de Halcón” resultaba muy difícil, para los jueces de silla, jueces de líneas e incluso para los árbitros generales, establecer si una pelota había caído dentro o fuera de los límites.
Normalmente, en las canchas de arcilla no costaba mucho, pues ahí siempre quedaba una marca de la pelota. El problema ocurría en los otros tipos de superficies, en las cuales la bola no dejaba una huella y, por lo mismo, todo quedaba al criterio del juez de silla.
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